martes, 28 de diciembre de 2010

LIPOGRAMA

Tras haber hecho el ejercicio del día 3 del diario, he sentido curiosidad, y he encontrado que a este tipo de ejercicios se le llama Lipograma. 

Según la RAE:
 (Del gr. λείπειν, abandonar, y -grama).

1. m. Texto en el que se omiten deliberadamente todas las voces que contienen determinada letra o grupo de letras.

También he encontrado esto, es muy interesante, leedlo:

TRES EJEMPLOS DE LA LITERATURA DEL SIGLO XX:

El caso de Vincent Wright


El músico norteamericano Ernest Vincent Wright se convirtió en escritor con la publicación de su novela GadsbyLos Ángeles, 1939. La obra contiene aproximadamente 50.000 palabras, pero en ninguna aparece la letra “e”; incluso llegó a atar la tecla de esa letra en su máquina de escribir. Lo más truculento del asunto fue que el autor murió el mismo día de la presentación de su novela, no la pudo ver publicada por unos minutos.
Tal vez la razón profunda del lipograma en su obra fuera meramente paraliteraria: llamar la atención. Dar publicidad a una novela que ensalza el sueño americano y el puritanismo, en contra de otra de éxito, cuya disipación moral le traía de cabeza, El Gran Gatsby de Scott Fitzgerald. La novela de Vincent Wright pasó desapercibida, y hoy es conocida por la peculiaridad del lipograma.

El caso de Georges Peréc


El escritor francés Georges Peréc sacó a la luz en 1969 la novela La desaparición, donde de igual forma que en la obra de Wright, en todo el texto no aparece la letra “e”, la más común del alfabeto francés. El escritor era miembro de un grupo literario que utilizaba manierismos formales en sus escritos; el grupo se llamaba Oulipo, acrónimo en francés de “Taller de literatura potencial”: un conjunto de escritores ymatemáticos detrás de una sociedad secreta, que no una vanguardia que buscara nuevas estructuras formales.
Al contrario que el surrealismo, el cual huye de la razón y deja crear al inconsciente, éstos acuden a la matemática, a la algoritmia, para desarrollar las potencialidades del lenguaje. A ese grupo pertenecían autores como Ítalo Calvino. Aquí los motivos del lipograma son evidentemente distintos de los del norteamericano.



El caso de un español, Jardiel Poncela


Escribió entre 1926 y 1927 cinco relatos lipogramáticos en el diario La Voz, cada uno de ellos sin una de las cinco vocales. Seguramente lo hace por un juego absurdo, sin pretensión. Un dislate como tantos otros que cuajan su teatro.


Se entiende mejor el uso de artificios lingüísticos en la poesía, aunque la mayoría de los escritores que hacen uso del lipograma lo aplican a la prosa. Y rizando el rizo, lo encontramos en una ficción dentro de la ficción, es el caso de una obra de Jacob Thurber; un país inexistente en el que no se permite emplear la vocal “o”.


1 comentario:

  1. Excelentes aportaciones, gracias.
    Echo en falta que menciones a otro autor francés fundamental para OULIPO: Raymond Queneau, autor de,entre otras, 'Ejercicios de estilo', donde juega y juega con el lenguaje en una brevísima historia que repite cerca de cien veces pero con distinto vocabulario: el protagonista va en el autobús y ve a un individuo con un botón de su abrigo a punto de caérsele. Llevaré a clase algún día.

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