Amada Loreto:
Sé que recibirás esta carta con sorpresa e incomprensión pero te pido que la leas hasta el final y no la tires a la basura como si de un desecho se tratara. En este momento estoy delante de ti asique se paciente y lee.
Trato de evitar pensar en ti para no atormentarme más con tu rostro en mi cabeza. Pasan los meses y no puedo dejar de mirarte y de buscarte entre la multitud de la facultad. Tú me ves pero no me miras, sabes que existo pero ni siquiera te detienes ni un momento. Deseo que esta carta te haga pensar más en la persona que te ama y te desea ardientemente con locura. Tú eres lo que me hace levantarme por las mañanas y eres mi último pensamiento del día, quiero que seas feliz, pero que lo seas a mi lado. Sin prisa y con paciencia te conquistaré, estoy seguro, llegará un momento en que me abras el corazón y ese momento llegará, sé que llegará porque sé que estás hecha para mí, sino, mi vida no tendría sentido.
Espero que me des una respuesta aunque sea con tu mirada.
Te espera y quiere:
Alberto.
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