La mayoría de los textos escolares contiene mensajes relacionados con la salud. Sin embargo, uno de cada cuatro mensajes no se basa en ninguna evidencia científica como “respirar por la nariz en lugar de por la boca evita resfriados”, según una investigación del Hospital de Baza (Granada) que publica la revista BMC Public Health. “Analizamos un total de 844 mensajes de salud en libros de texto de educación primaria y secundaria para identificar el nivel de evidencia científica en la que se basan estos textos y los clasificamos en tres categorías: mensajes con nivel alto, medio o bajo de evidencia; mensajes con un nivel desconocido de evidencia o mensajes con ninguna evidencia conocida”, explica Inés Mª Barrio Cantalejo, autora principal del estudio.
De los 80 libros usados en la muestra, el 73,7% (59 libros) eran de primaria y contenían 548 mensajes. El número medio de mensajes por libro ascendió a 10,6 y las concentraciones más altas de contenidos de salud se encontraron en el tercer año de secundaria (37%) y, por materia, en la asignatura de Biología y Geología (32,5%).
Del total de los 844 mensajes estudiados, el 61% se clasificaron con un nivel desconocido de evidencia y el 15% correspondía a la categoría en la que se conoce el nivel de certeza científica. Sin embargo, un 24,6% no manifestaba ninguna evidencia conocida (enunciados como "respirar por la nariz en lugar de por la boca evita resfriados" o "después de comer no nades, el proceso digestivo puede alterarse y puedes sufrir un corte de digestión"). Además, dos mensajes iban en contra de la realidad científica: "ante una lesión muscular siempre hay que guardar reposo" y "hay que desinfectar las heridas con agua oxigenada"”.
Por temas, más del 70% de los mensajes relacionados con "dietas equilibradas y malnutrición", "higiene de los alimentos", "tabaco", "comportamiento sexual y el SIDA" y "descanso y ergonomía" se basaban en un nivel desconocido de evidencia. La "salud bucal", registra el mayor porcentaje de mensajes basados en un alto nivel de certeza (37,5%), seguido de "el embarazo y los bebés recién nacidos" (35%).